14 de abril de 2013

Leyenda; La fuente.

Según cuenta la leyenda, en lo más profundo del bosque, se encuentra una fuente que concede el deseo que le susurres. A cambio del objeto más preciado que tengas.
Sólo aquél con un alma cristalina podrá penetrar en las más profundas entrañas. 
Es más, la leyenda habla también de una pequeña hada de los colores más vivos.

Ella te guiará con su dulces cantos y las melodías de las otras criaturas. A través de tus pasos, crecerá la hierba y con los parpadeos de tus ojos harás las hojas madurar y caer. Con el suave tacto de tus manos al rozar, volverán a brotar. 

Y con tus cabellos, rebeldes, someterás al viento a tu voluntad. 
Descalzó en las proximidades del final, te arrastrarás como cual pequeño animal. Embadurnado de la fresca tierra te acercarás lentamente arrastrándote por tus rodillas, alerta y desconfiando de los demás, y sin dudar continuarás más y más, con la ofrenda que deberás pagar, y al borde del circulo la tendrás que dejar. 

Ahora ya pagada la ofrenda mirarás al cielo y con las manos bien altas susurrarás. Y todo a tu alrededor se moverá. De tus ojos brotarán dos pequeñas semillas de cristal, que se romperán al caer al fondo de aquél mar de palabras sin pronunciar. 

Tus lágrimas te susurrarán y se despedirán al verte desmayar. 

Y al despertar, te darás cuenta de que no podrás escapar a tu hogar. 

Porque ya formas parte de tu nuevo hogar. 


E oirás ya a los animales hablar y a las hadas cantar, festejando tu bienvenida, para siempre, jamás. 

Y aquí ya la leyenda llega a su final, a su terrible final. 
La Maldición de la fuente. 


Con el transcurro de los siglos, se convirtió en leyenda. 

Gracias por leer a un pobre soñador.