13 de enero de 2012

Fatum








-¡Ey, nena! - Oí detrás de mi e instintivamente me volví.
Un chico alto y moreno.
*Em, Hola "nene" ¿Te has perdido?
-Si, en tus caderas cariño.
*No te preocupes, ya estás a salvo - Le sonreí - Y ahora, ya te puedes ir ¿O tengo qué llamar a tu mamá? - El chico comenzó a reírse. Y mis amigas comenzaron a cuchichear. "Ese muchacho está perdido", "Pobrecito, con lo mono que es", "Que fría es con lo bueno que está"
Si, esas son las perras en celo que denomino amigas.
*Vete a casa "nene" y no te pierdas al volver. - Y me dí la vuelta.
-A donde vayas tu irá mi casa. - Me susurró al oído mientras rozaba sus manos por mi cintura. Me dí la vuelta y de un empujón le hice tropezar y que cayera al suelo.
*¿Por qué crees que me puedes conseguir?
-No lo creo, lo sé.
*¿Lo sabes? ¿Puedes ver el futuro? Anda chico, vete a tu mierda de Delorean y ve a descubrir si harás algo interesante en tu vida. Olvídame.
-¡Ja,ja,ja! No me hace falta ver el futuro, lo nuestro se llama Destino.
*¿¡Destino!? ¿Qué sabrás tu, un mico, del destino? ¿Acaso piensas qué el destino está escrito? ¿Qué hagamos lo que hagamos haremos lo que él dictamine?
No. Eso no es el Destino, el destino lo escribimos nosotros. Cuando tomemos una decisión u otra habrá una consecuencia.
Si el destino dice que yo estudiaré medicina, ¿Estudiaré medicina? No. Me da la posibilidad de coger medicina, veterinaria, psicología, arte, matemáticas, ingeniería, infinitos caminos. El destino no dicta lo que somos, lo que seremos ni lo que hemos sido. Somos nosotros quienes escribimos nuestro propio "Destino". Son caminos que recorremos como en un laberinto. Debes elegir bien para encontrar la salida. Decidimos el nuestro propio.
Somos la pluma, el Destino el papiro y la tinta los caminos recorridos. - Quise decir mucho más, pero la ira me había robado todo el aire y me encontraba agobiada con la respiración alterada y con todos mis músculos tensos.
Llevé mi mano a mi frente, luego me aparté los pelos anaranjados de mi enorme cabello de la cara, dejando a la vista mis ojos color chocolate. Con mi brazo izquierdo caído y el otro sobre mi cadera lo miré a los ojos intentando como siempre anticiparme a lo que me dijesen. El chico con rostro calmado metió la mano en su bolsillo y soltó un suspiro. En ese momento supe que había ganado.
*Vete a casa mico. Y no hables de lo que no sabes. - Y me volví hacia mis amigas que todas ellas tenían el ceño fruncido pero con la boca cerrada.
* ¿Nos vamos? - Esperé alguna respuesta, pero no respondieron. - ¿Hola? ¿El gato le a comido la lengua al perro o qué? - Sus ojos más abiertos de lo normal miraban atentamente a lo que tenía detrás mía. Solté un suspiro y me volví con los ojos cerrados mientras decía: - ¿No te he dicho... - Y mi boca se cerró al abrirlos. Estaba de rodillas con una caja de madera, tadalla en ella miles de pequeñas estrellas formando miles de constelaciones y en los extremos de la cerradura "Fatum" Y abrió la caja.



Soy Elizabeth. ¿Aún quieres ir por este camino?


Dedicado a un chico ahogado en su vaso de sus sueños y paranoias.

2 comentarios:

  1. Mmmmmmmmme gusta, (:
    Es genial!! "Soy Elizabeth, ¿Aún quieres ir por este camino?", un final de sinopsis de un libro. Tremendo. Pero en la descripción hay algunas frases que rechinan porque las ordenas de forma extraña xD

    Aún así es genial, único.

    J.

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  2. Lo repasaré para encontrar los errores (:
    Gracias por comentar y dejar tu opinión, me hace mucha ilusión ^^
    Y me alegro de que te haya gustado.

    Un abrazo de Wolfy

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