7 de marzo de 2012

Hoy en mi cabeza hace una tarde de otoño.

Camino ocultado por las miles de hojas marrones que los árboles dejaban caer con la ayuda del viento.
A lo lejos se podía observar como el sol huía de la oscuridad de la luna. Sentado en un banco situado a la mitad de el. Con mi guitarra en mano, alzo la voz y con palabras calmo el derramar de mis lágrimas. Cada sílaba un suspiro y cada letra un recuerdo. Me levanto y ando sin lugar al que volver.
Mis cabellos sumisos ceden al deseo del viento.
Abrazos. Capaces de transmitir lo que las palabras no pueden expresar.
Sin dejar de cantar las canciones que te dediqué me sumerjo en un recuerdo, en el cual paseábamos. Tu agarrándome de la cintura y yo de puntillas para poder pasar mi brazo por tu cuello. Te reías y decías que parecía tonto y que me pusiera normal, no hacía falta que pasara mi brazo por encima de tu cuello.
Yo te respondía con la mirada y callabas con la sonrisa silenciosa.
Cuando volví de mi recuerdo estaba en la salida del parque.
Crucé la calle, doblé la esquina y me acerqué a la cafetería en la cual me servían tazas calientes de momentos pasados contigo.
Apoyado en el cristal miro el ocaso y pienso en dónde estarás, si estarás bien, si me echarás de menos..
Creí que iba a explotar, menos mal que me dio uno de mis espasmos que impulsó mi pecho hacia delante y me liberó un poco de dolor. Al abrir los ojos y con la cabeza agachada, vi aquellos zapatos y pantalones que te caracterizaban por llevarlos siempre bajos. Alcé la mirada con mi corazón en tu puño y...


07/03/12 suenos inacabados. 

Hola mi Soul,
¿Un café?

1 comentario:

  1. "Crucé la calle, doblé la esquina y me acerqué a la cafetería en la cual me servían tazas calientes de momentos pasados contigo."

    Esa frase es simplemente, preciosa.

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